Aunque preferiría estar censando gorilas en los montes Virunga, los domingos que me quedo en casa espero con ilusión el momento de rellenar el autodefinido del periódico. Elijo para esto un rotulador rojo exclusivo, que escribe sin apenas apretar, me recuesto y me concentro. Realmente lo hago como homenaje a mi padre que toda la vida disfrutó rellenando crucigramas, a mi me gusta desde hace poco.
Aunque preferiría trampear uromastyxs en Mauritania, los domingos que me levanto en casa sin prisa, agarro mi carro de la compra y me voy a la recova, todos sabemos que es más caro que el súper, lo hago porque me gusta esa alegría que invade el recinto, que parece que regalan la comida. Me gusta la música pachanga que pone el señor que vende, de toda la vida cassetes y novelitas del oeste. Me gusta comprarle unos churros al señor de pelo cano, cadenas de oro al cuello y uña del meñique gigante y amenazadora.
Aunque preferiría descender el Amazonas en piragua, los domingos que estamos en casa todos, me gusta preparar un conejito al estilo doña Teresa, con su salsa de almendras y asadura, con unas papitas negras de acompañamiento.
Pues eso, que me gusta disfrutar también con las pequeñas cosas.
Esas pequeñas cosas también son para disfrutar...
ResponderEliminarUn abrazo.
Ummmmmmmmmmmmmmmmmm gracias por recordarme el placer de los domingos...
ResponderEliminar