Muy cerca de mi casa hay un pequeño sendero de tierra de unos 80 metros de largo que, a modo de atajo, une la carretera con la calle. Lo usan a diario los chicos del instituto, se ha quedado bastante oculto entre el muro del edificio y la vegetación del borde de la carretera, de tal manera que además de ser lugar de tránsito es usado como "desahogo" de ciertas necesidades. Por eso todos los que pasamos por él vamos, inconscientemente supongo, buscando novedades entre los elementos que conforman el paisaje del camino. Botellas de refresco, de cerveza, bolsas de hielo (ya vacías, claro), la caja del happy meal, los preservativos de colores, el papel casi blanco que adorna el contenido intestinal de un sufrido taxista con apretón, y toda esa serie de adminículos que el ser humano tiene por costumbre dejar como prueba de su estancia en el lugar. Como ven el atajo es de lo más útil.
Pues ya està, tienes arte, de todas formas y colores en el camino hacia tu casa.
ResponderEliminarLO DE G M es que no tienes J en el teclado
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